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¿Cómo desinfectar completamente el paño de lavado de toallas faciales médicas para el próximo uso?
Lave adecuadamente las toallas faciales médicas: comience enjuagando las toallas con agua tibia para eliminar el exceso de suciedad o residuos. Luego, aplica una pequeña cantidad de detergente suave a las toallas y frótalas suavemente, prestando especial atención a las zonas muy sucias. Luego, enjuague bien cada toalla para eliminar cualquier residuo de detergente sobrante.
Utilice agua caliente para lavar: El agua caliente es eficaz para matar la mayoría de las bacterias y gérmenes. Configure su lavadora a la temperatura más alta recomendada para las toallas, generalmente entre 60 y 90 grados Celsius (140 a 194 grados Fahrenheit). Esto ayudará a garantizar un proceso de desinfección completo.
Incluya aditivos desinfectantes: para mejorar las propiedades desinfectantes, considere agregar un agente desinfectante al ciclo de lavado. El blanqueador con cloro, el peróxido de hidrógeno o los productos que contienen compuestos de amonio cuaternario (QAC) son opciones efectivas. Siga las instrucciones del fabricante para conocer la dosis adecuada y la compatibilidad con las toallas.
Utilice un ciclo de lavado más largo: si bien puede tardar un poco más, opte por un ciclo de lavado más largo para asegurarse de que las toallas estén completamente limpias y desinfectadas. Esto permitirá que el detergente y los aditivos desinfectantes penetren profundamente en la tela y eliminen eficazmente los microbios restantes.
Seque las toallas a temperatura alta: después del lavado, transfiera las toallas a una secadora y póngala a temperatura alta. La alta temperatura ayudará a matar cualquier bacteria o virus restante que pueda haber sobrevivido al ciclo de lavado. Asegúrese de que las toallas estén completamente secas antes de sacarlas de la secadora.
Utilice un detergente para ropa de alta calidad: invertir en un detergente para ropa de alta calidad con propiedades antimicrobianas puede proporcionar una capa adicional de protección. Busque detergentes que indiquen específicamente en su empaque que matan bacterias, virus y otros gérmenes.
Separe las toallas de otras prendas de lavandería: Para evitar la contaminación cruzada, lave las
toallas faciales médicas por separado de otros artículos de lavandería. Mezclarlos con ropa muy sucia o artículos contaminados puede transferir bacterias o virus a las toallas.
Guarde adecuadamente las toallas listas para usar: Una vez que las toallas estén limpias y secas, guárdelas en un lugar limpio y seco, lejos de posibles fuentes de contaminación. Evite exponerlos a la humedad o ambientes que promuevan el crecimiento de bacterias, como gabinetes húmedos o doblados en bolsas de plástico.
