Los vendajes autoadhesivos suelen estar hechos de un material elástico, como algodón, poliéster o gasa. Un lado del vendaje suele estar recubierto con un adhesivo autoadhesivo que le permite adherirse a sí mismo y a la superficie de la piel. La naturaleza autoadhesiva de los vendajes autoadhesivos les permite adherirse firmemente a la piel sin el uso de otros dispositivos de fijación. Esta propiedad facilita la autoaplicación del paciente durante el vendaje. Los vendajes autoadhesivos son elásticos para brindar soporte y compresión y son adecuados para envolver e inmovilizar articulaciones, músculos u otras áreas lesionadas. La mayoría de los vendajes autoadhesivos son transpirables, lo que ayuda a mantener la ventilación localizada de la piel y reducir las molestias del paciente.